1. Se puede hacer la limpieza como sobre el motor establecido en el automóvil, y sobre el motor quitado del automóvil. Quiten la cabeza del bloque de los cilindros y, usando el cepillo de púas metálicas o el raspador de plástico, quiten todas las huellas del pábilo de las cámaras de la combustión y los cilindros. Es necesario limpiar las barras de las válvulas y los casquillos que dirigen de las válvulas también del pábilo. Laven las cámaras de la combustión y los cilindros por la gasolina y limpien la superficie de la cabeza del bloque de los cilindros. |
2. Si el motor es establecido en el automóvil, limpien las partes superiores de los émbolos y los cilindros. A la limpieza observen la precaución que el pábilo no se haya quedado en los cilindros, puesto que pueden ser arañadas en este caso las paredes de los cilindros y son estropeados los émbolos y los anillos. Para la excepción de esto realicen el árbol acodado del motor en tal posición que dos émbolos se hayan establecido en VMT. Dos otros del cilindro cierren por la trapería pura. Los canales del sistema del refrigeramiento peguen por los trozos de la cinta pegajosa, para excluir el impacto del pábilo en el sistema del refrigeramiento. |
3. Rellenen por la capa delgada de la lubricación el intervalo entre las paredes de los cilindros y dos émbolos. Por el raspador de plástico limpien las partes superiores de los émbolos, observen además la precaución para no arañar la aleación de aluminio. Limpien también el pábilo de la parte superior de los cilindros. Después de la limpieza quiten la lubricación con las partículas del pábilo. |
4. Para la reducción de la formación del pábilo pulan la parte superior del émbolo. Quiten la trapería de dos otros cilindros y realicen el árbol acodado del motor que dos émbolos, que se encontraban abajo, se hayan establecido en el punto muerto superior. Cierren por la trapería los cilindros limpiados y el método descrito antes, limpien dos cilindros que se han quedado del pábilo. |
|